Del Nido júnior o Castro, no hay más
Redacción 09/09/2013 |
En un par de meses más o menos José María del Nido Benavente conocerá su futuro inmediato. El presidente sabrá si el caso Minutas ha sido el peor de sus sueños o si es su irremediable realidad durante los próximos años. Y como José María del Nido es presidente onmipresente del Sevilla FC, pues la institución igualmente se la juega. Si el Supremo exculpa a Del Nido, pues nada de lo que aquí se expondrá tiene sentido. Pero si el alto tribunal vuelve a condenar al letrado, evidentemente no podrá seguir siendo presidente y por tanto se abrirá la sucesión. Del Nido pretende, y es muy probable que lo consiga, que todo siga casi igual. La propiedad de las acciones no está en discusión y son los mismos los que decidirán cómo y quién gobierna. El candidato de Del Nido es José María Del Nido Carrasco, arropado por Manuel Vizcaíno, por Monchi y por un tal Francisco Cano, el hombre que vino a suplir parte de lo que hacía José María Cruz antes de irse o lo que fuera. Un teléfono con hilo directo haría el resto. Esta es la idea e insistimos que las ideas de José María del Nido en el Sevilla son ley, así que lo más probable es que así sea. Resáltese que no metemos de momento a José Castro en ese núcleo duro. Ya lo explicaremos.
Hoy por hoy, Del Nido no sólo es el presidente de los títulos, lo único que necesitaba hace algunos meses para mandar con mano de hierro en el Sevilla pese a los efectos de su complicada vida profesional. En la actualidad es un accionista muy principal tras comprar las acciones de José María González de Caldas y la participación de José Martín Baena en Sevillistas de Nervión. Aquí está la clave y el único posible punto débil que pudiera tener el plan Del Nido, si es que tuviera punto débil. Esa Sociedad, que representa más de un 30% del capital social, vota junta. Lo que se decide en el seno de su consejo de administración es lo que se hace luego en las juntas sevillistas. Hay seis participaciones, seis votos: Del Nido tiene dos (tras comprar la suya a Martín Baena), y José Gómez Miñán, Paco Guijarro (cuñado de Pepe Castro), el propio Pepe Castro y Roberto Alés poseen el resto. Pero ese grupo, como decimos, vota de forma monolítica. En su seno hay diferencias graves personales entre algunos de sus miembros. Menos Castro y Del Nido, todos están de vuelta por diversas razones. Pero alguno, lógicamente, entiende que si Del Nido no puede gobernar, lo lógico es que fuera Pepe Castro su sucesor, que lleva muchísimos años de vicepresidente y porque es miembro de Sevillistas de Nervión. Lo que pasa es que Castro necesitaría que como mínimo su cuñado Guijarro y Roberto Alés apoyaran su candidatura. Y eso no es fácil. No es imposible, pero no es fácil. Pepe Castro mantiene buena relación con todos los miembros del grupo pero el respeto (o miedo) a Del Nido del resto hace complicado que se imponga una decisión que no sea la propuesta por el todavía presidente sevillista. Incluso no es muy probable que el propio Castro quiere realizar ningún movimiento en contra de la voluntad de Del Nido, por mucho que se lo pudiera pedir el cuerpo.
Otra cosa es que Del Nido encontrase una verdadera resistencia con el tema de su hijo, entonces podría ser él mismo quien propusiese a Castro, aunque con condiciones. Una tercera vía ni se espera ni nadie la pretende. Van a ser semanas de reuniones no confirmadas, porque nadie quiere salir en la foto antes de tiempo. Pero semanas muy intensas. El gobierno del Sevilla puede estar en juego.