Cuando tanto error se podría convertir en acierto
Paco Cepeda 24/05/2018 |
Anda el Sevilla empeñado en hacerse sangre y Pepe Castro en ofrecerle en bandeja de platino razones a los muchísimos enemigos que tiene el presidente seguramente por culpa suya (alguna tendrá) y por la voracidad y ambición personal desmedida de ese entorno que se le ha revuelto porque directamente lo quiere en la calle. Pero ese es su ecosistema, es lo que hay, y ante esa certeza, pues no le queda otra que remar con firmeza sabiendo que habrá problemas en cada paletada.
La pénultima tormenta en un vaso de agua es que un señor como Ramón Planes, que ni usted ni yo ni casi nadie conocía, le ha dicho no al Sevilla y prefiere quedarse en el Getafe. Eso es intolerable, en cuanto que daña la imagen del club, que es mucho más importante que tener un mejor o peor ejecutivo. Planes es capaz de reclutar a Coutinho con 19 años y de fichar a Romaric con 15 kilos de más. Ha hecho cosas buenas, regulares y horribles, como Óscar Arias, como todos. Ángel Torres, por su parte, es tan listo, que yo mismo lo vi recibiendo a un supuesto séquito de inversores para el Getafe que eran unos actores disfrazados con turbante y que llegaron en limusinas alquiladas. Es tan importante el cargo que busca desesperadamente el Sevilla (o eso parece) que el Real Madrid, el mejor club del mundo, no lo tiene. Y el Barcelona, a Robert. El resto de esos hombres 'imprescindibles' son Andrea 'nosequé' del Atlético y del resto me sé algunos nombres porque el Sevilla los ha ido buscando para no se sabe bien qué. El Sevilla ya tiene a Caparrós, que además se ha rodeado de gente que sabe de fútbol y del Sevilla que ya estaban en la casa. El Sevilla tiene a Pablo Blanco, que por lo visto no sabe decir si un futbolista vale o no vale o si encaja o no en el Sevilla. Tiene a Ramón Vázquez y su sensatez. Tiene a Antonio Álvarez. El club cuenta con José María Cruz y Jesús Arroyo, que han cerrado cientos de contratos de alto nivel y que se pasean por FIFA, UEFA, LFP y Federación con peso. Cierto es que José María Cruz debería dar ese paso al frente que necesita su presidente y dejarse de ponerse de perfil, pero sigue siendo un señor muy relevante. El Sevilla tiene 200 millones de euros, y todos los días le ofrecen jugadores muy buenos, buenos, regulares, malos y horribles. Sólo debe preocuparse en esa selección. Tiene a Carlos Marchena, muy preparado, muy bien relacionado, y con Caparrós, que confía mucho en él, al lado, como en su momento tuvo Monchi, que no aprendió solo, de hecho el primer equipo que planificó casi se lo planteó el propio Caparrós.
Dicen algunos que este Sevilla no es el que permitió el aprendizaje de Monchi. Cierto. Pero el Sevilla de esos primeros años de Monchi estaba tieso, y partía de cero. Hoy, hay esos seguimientos de hace años, un equipo amplio y un dinero importante, que hay que saber gastar.
El Sevilla tiene un modelo de trabajo muy reconocible, que si lo observa, si lo escucha sin dejarse influir por cuatro mensajes de twitter, ya le ha dado resultado. Otras veces ha fallado, como en todos lados. Yo no tengo ni la más remota idea de si Machín del Girona es un fenómeno u otra mentira más del fútbol, pero sé que es el entrenador con mejor fama y resultados de los que están en el mercado, así que es pieza para el Sevilla, claro que lo es. ¿Acaso Juande era Mourinho? Es mucho más relevante tener una idea clara, un rumbo que ofrecer a todo el que llegue (no es incompatible que lleguen elementos para mejorar lo que hay) que irse de reuniones con hombres de fútbol que tienen la misma agenda, o peor, que algunos periodistas (no es mi caso). Pongan en valor lo que tienen, que es mucho, y a trabajar, sin echarle cuenta ni al twitter ni por supuesto a periodistas como yo, o como otros. Lo mismo, los no de Cordón o Planes permiten el sí de Marchena, bien acompañado y mejor aconsejado.