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Nervión se harta de Correa y Franco Vázquez
La afición señaló a ambos ante el Levante
![]() Miguel Ángel Chazarri 16/12/2017 |
El partido ante el Levante ha dejado las peores sensaciones en el Sevilla. El equipo no reaccionó, se chocó contra un rival que pasó una noche relativamente cómoda. En pleno diciembre se empieza a observar que el dineral gastado no ha servido para reforzar al equipo. En muchos puestos el empeoramiento es notable. En el lateral derecho Mariano subía la pasada temporada una y otra vez. Ahora maniobra con dificultad por esa zona Mercado. Nzonzi sigue apartado. Su lugar lo ocupa Pizarro. Entre el francés y el argentino no hay color. Y por la izquierda ya se marchó Vitolo. Correa y Nolito no ofrecen ni la mitad de las prestaciones del canario.
El cansancio se está apoderando de la afición. Y como suele ocurrir, siempre hay gente más señalada. Dos futbolistas se encuentran ya en la diana del enfado: Correa y Franco Vázquez. El primero realizó un partido lamentable, eligiendo mal en casi todas las acciones. Cuando tenía que pasar el balón, se enredaba en conducciones. Cuando la mejor opción era intentar el desborde, optaba por el pase atrás. Berizzo, poco atinado en la dirección de los partidos, le regaló demasiados minutos. Cuando fue cambiado sonó en Nervión una pitada de campeonato.
El otro jugador que provoca el hartazgo es Franco Vázquez. Con indudables cualidades, no termina de ser decisivo en casi nada de lo que intenta. Su aspecto desgarbado, lacio y de escasa fuerza también se ha ganado ya los silbidos. Cuando fue cambiado Ganso, que tampoco hizo nada, se llevó los aplausos. El Mudo, la reprimenda del público. En la mediapunta no encuentra el Sevilla ese enganche necesario para conectar con una delantera de por sí con evidentes problemas para apuntillar al rival.
Berizzo debe resetear conceptos y volver a la buena senda. Entendiendo por buena senda únicamente la de los buenos resultados, pues fútbol de calidad no ha ofrecido el Sevilla en ningún momento de la temporada. El miércoles espera la Real Sociedad. Una nueva derrota sería ya motivo para encender la luz de alarma. Quedaría demostrado que el Sevilla, al igual que ocurrió en el reciente octubre negro, se ha caído.