Las Palmas da muy poco miedo en el Sevilla
Los juristas entienden que hay argumentos sobrados para pelear por no pagar el porcentaje del valor de Vitolo pactado en su día
Paco Cepeda 15/09/2017 |
Vaya por delante, porque es lo más importante, que las cosas que entran en un juzgado rara vez se sabe cómo acaban. Por tanto, ante un pleito, o más, como es el caso, las partes hacen bien en tomárselo muy en serio. Hoy hemos conocido que el presidente de Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, amenaza al Sevilla con una contrademanda "por mala fe" y retraso "malintenciado" de un pago a priori derivado de la salida de Vitolo por la vía de la cláusula de rescisión. El mandatario canario tiene sus razones y argumentos para pelear en esa dirección, pero en el Sevilla la cuestión preocupa sólo en la parte ya antes referida, que los pleitos, pleitos son, y que no se sabe quién los gana, pero no por nada más.
El Sevilla, con respecto a Las Palmas, tiene dos argumentos jurídicos que contraponer, y mientras no los aclare en los tribunales no va a pagar ni un euro. La primera cuestión es que el Sevilla entiende que la cláusula de Vitolo es de 45 millones, no de 35.7 millones, por lo que el porcentaje presuntamente correspondiente a Las Palmas estaría por definir. El Sevilla entiende que Vitolo, aunque esté jugando en Las Palmas y vaya a ir al Atlético, en realidad no se ha desvinculado legalmente del Sevilla, y no paga ni un euro de un traspaso o venta que no da por válida. Tratar de demostrar que el Sevilla tiene mala fe, que no ejerce un buen derecho, y que sólo pretende un retraso en el pago es posible, pero muy complicado con los datos que hay en la mano, porque si fuera así, casi toda controversia entre partes sería una dilación innecesaria y por tanto fraudulenta. Pleitear sería imposible casi.
Pero es que además, los juristas del Sevilla entienden que la cláusula del contrato inicial de traspaso de Vitolo al Sevilla, por la que se reserva el conjunto canario el 12.5% de la plusvalía de una posible venta (fuera traspaso o cláusula) carece de sentido jurídico al regresar el jugador a su club de origen. Esto, aunque con más dificultad de prosperar en un juicio, pero con fundamento jurídico, sin "mala fe" por tanto, es defendible desde el punto de vista de que una plusvalía es el aumento de valor de una cosa o un bien, pero el bien en cuestión, Vitolo en este caso, regresa a Las Palmas, el aumento de valor va con él, con su persona, y si es Las Palmas quien disfruta de ese nuevo valor, carece de sentido, según la interpretación del Sevilla, recibir además una compensación económica por ese concepto. Tratemos de poner un ejemplo quizá más ilustrativo: usted tiene un terreno, se lo expropia un ayuntamiento, que se queda con ese terreno, y le quiere cobrar una plusvalía por ese terreno. Se supone que ese mayor valor ya se lo queda el ayuntamiento con la propiedad del bien. Seguro que tratarían de cobrárselo, pero usted también estaría en su derecho de defenderlo, sin que nadie le pudera acusar de mala fe.