1-0: El Celta apaga la música

Un penalti muy protestado de Fazio decide un encuentro con muchas ocasiones por ambas partes

Paco Cepeda 29/03/2014

De alguna forma tenía que llegar, y después de seis partidos seguidos ganando en Liga y salir vencedor del Euroderbi, el Sevilla perdió en Vigo, en un partido que jugó como viene haciéndolo desde que tiene la moral por las nubes, pero en esta ocasión con dos defectos que le costaron caros: sobre todo la falta de acierto de sus delanteros, que tuvieron varias ocasiones de que las no deben perdonar, y una cierta suficiencia en algunos de sus defensas y medios con pérdidas de balón en zonas muy comprometidas que espolearon al Celta cuando se veía más superado. El gol, además, llegó de forma dolorosa, en un penaltito que sólo se le pita a un tipo como Fazio, por grande, y que en realidad pudo ser una rigurosa falta del delantero y con el mismo celo que no merecía la jugada, mano del defensa sevillista. Esa mala decisión arbitral cuando el partido acababa se agrava si tenemos en cuenta que en la primera mitad se le anuló un gol a Gameiro por un fuera de juego discutible, por tanto no es fuera de juego, porque en caso de duda no se debe pitar.

Pero siendo esas decisiones del árbitro, como se llame ese señor, muy relevantes, el Sevilla perdió por más cosas. Su alineación fue de gente muy principal. Ya sabíamos que en casa se quedaban Beto y Carriço, pero antes de empezar se caía por una indisposición M'Bia, que estaba en las alineaciones iniciales porque a Iborra se le quería dar descanso para Oporto, porque en Portugal no podrán jugar ni Fazio ni M'Bia, sancionados. Emery apostó por los dos delanteros, pero al sentar a uno de los jugadores más abiertos, en este caso Reyes, para que Trochowski ayudara por medio a Rakitic y al citado Iborra, lo cierto es que el equipo estaba equilibrado y dispuesto para la victoria. El Sevilla está muy convencido ahora de sus fuerzas y aunque esté cansado y con bajas, la verdad es que se le nota peso de equipo. Eso lo palpó el Celta, que sobre todo en la primera mitad se sintió superado por su rival. Pero ese gol anulado a Gameiro, y otro mano a mano legal del francés que estrelló contra el portero, al margen de otras llegadas menos claras, no tradujeron esa superioridad sevillista en algo reflejable en el marcador. Lo dicho, cosa de la efectividad, pero las sensaciones eran buenas.

Cierto es que ya en esa primera parte apareció el pecado de suficiencia que se agravó en la segunda mitad, mucho más loca, menos gobernada por ambas partes, y con muchas ocasiones, pero esta vez para los dos equipos. Si Coke o Bacca tuvieron las suyas, no menos claras fueron las de Orellana (al palo) o Nolito. Se movieron los banquillos, en el caso del Celta para tener más mordiente, y en el del Sevilla para dar aire a los que se iban agotando o semilesionando. Y cuando el partido parecía condenado al cero a cero, aunque las ocasiones se sucedían, llegó ese penalti ya relatado, que transformó en gol Nolito. A la desesperada, Bacca tuvo otro mano a mano, pero no era el día de los que otros días le han dado tanto al Sevilla. Así es el fútbol.

FICHA TÉCNICA:

Celta de Vigo (1): Yoel, Hugo Mallo, Íñigo López, Fontàs, Jonny, Krohn-Dehli, Rafinha (Aurtenetxe, m. 78), Álex López (Orellana, m. 48), Augusto, Nolito y Charles (Bermejo. m. 72).  

Sevilla FC (0): Javi Varas, Coke, Nico Pareja, Fazio, Fernando Navarro, Iborra, Rakitic, Trochowski (Jairo, m. 72), Vitolo (Reyes, m. 72), Bacca y Gameiro (Alberto Moreno, m. 84).  

Gol: 1-0 (m. 85): Nolito, de penalti.  

Árbitro: Juan Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a Fontás (m. 24), Gameiro (m. 77), Fazio (m. 85) y Jairo (m. 87).