Utrera, pueblo de récord Guinness
José Antonio Jiménez 26/12/2013 |
Su población no alcanza los 60.000 habitantes. Es conocida a nivel mundial por su ‘Potage’, Fernanda y Bernarda, la Virgen de Consolación, Curro Durán, la ‘Conga’, sus inigualables pastelerías, los hermanos Álvarez Quintero, Rodrigo Caro, Ruiz Gijón, sus mostachones, sus calles… y demás matices que convierten a Utrera en un enclave imprescindible para el amante del buen comer, el mejor flamenco y la tranquilidad infinita. También por tener el honor de contar en la máxima categoría del balompié patrio con tres paisanos. Y es que ninguna ciudad de nuestro rico, variopinto e irrepetible país puede presumir de contar con un jugador, un entrenador y un presidente en Primera división.
José Antonio Reyes debutó en la élite en febrero de 2000. Hace ya casi 13 años, cuando veía de lejos la mayoría de edad. Pudo hacerlo mucho antes, pero la legislación impidió que un cadete se codeara con los mayores. En el Sevilla se ganó la admiración de los grandes (por eso ha defendido las camisetas del Real Madrid, Atlético de Madrid, Arsenal y Benfica) y en el Sevilla trata de ser importante en un equipo que echa de menos las cualidades de un futbolista que lo tenía todo para ser una versión mejoraba del galo Henry. Su peculiar entorno ha sido determinante para que Reyes sea un jugador excesivamente intermitente. Menos de lo que apuntaba cuando lucía una brillante melena.
Joaquín Caparrós siempre presume de utrerano. Y eso que tuvo que hacer las maletas muy joven para ganarse la vida. Un discreto futbolista (jugó en una especia de Real Madrid C de los años 70) que en los banquillos no para de ganar dinero. Desde sus comienzos en el San Juan Bosco manchego hasta su desembargo en el Levante. Con una manera muy especial de entender este deporte que, salvo en Mallorca, siempre ha servido para cumplir los objetivos marcados por sus respectivos rectores. Sacó a su Sevilla del pozo de Segunda y lo devolvió a la élite. En el Deportivo lo hizo mejor que bien, y en el Athletic de Bilbao hizo futbolista a Fernando Llorente. De sus éxitos en el Recreativo hablan y no paran a orillas del Tinto y el Odiel. Dicen las malas lenguas, también las buenas, que dentro de unos meses, lo veremos a menudo por el hispalense barrio de Nervión…
José Castro, empresario hecho a sí mismo, es desde hace unas semanas presidente del Sevilla FC. Cargo que ocupará hasta que sus paisanos quieran. Consejero desde hace ya algunos lustros, la salida de José María del Nido le ha dado la oportunidad de tener mando en plaza en el conjunto de sus amores. Voz y voto para demostrar que sin el letrado hay vida en la planta noble del estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Complicado toro el que tiene que lidiar un sevillista que no quiere ser la versión sevillista de Pepe León o Miguel Guillén.
Los anteriores (Reyes, Caparrós y Castro) son tres utreranos que comparten cuna y colores. Que ponen a Utrera en el mapa y puede que en el mismísimo Libro Guinness de los récords. Tres utreranos que igual se vuelven a juntar. Tomen o no decisiones para que el Sevilla Fútbol Club sueñe con alcanzar la gloria lograda con Juande Ramos en su banquillo.