
Al parón con mal rollo
Se abre de nuevo la veda antiMel, mientras las carencias en la planificación saltan a la vista

![]() Redacción 30/08/2015 |
La veda se ha abierto. En realidad, nunca se cerró. Ya está el Betis con uno de sus clásicos. Por un lado, el sector 'antiMel', mayoritariamente instalado cómodamente en el club o cercano a él, que no le pasa una al entrenador principalmente para tapar la mediocridad que sigue abundando en la entidad. Si éste vuelve a ser el trato dispensado al técnico, ¿para qué lo traen? Por el otro, los partidarios del entrenador, proclives a analizar las carencias en la planificación. Ciertamente, Macià lo ha puesto fácil.
Lo cierto es que el clima de tensión, cuando sólo se llevan dos jornadas y cualquier conclusión puede ser precipitada, se ha instalado. El Betis comienza pronto, demasiado pronto, a trabajar según el sálvese quién pueda. Los argumentos en contra del trabajo de Macià caen por su propio peso. El Betis sigue lento en la mayoría de sus acciones, no ha llegado esa velocidad tan necesaria, visible incluso en los partidos de Segunda de la temporada pasada. Hay poca salida en el juego ofensivo. Salvo que un entonado Piccini arranque, el equipo carece de extremos. También se ha mostrado muy tembloroso el centro de la defensa. Seguramente Pezzella tenga que subir su nivel (o no, no se sabe), pero desde luego si así es el argentino, Mel tendrá que inventarse otro defensa. Quizás probar con Westermann. Arriba, nadie auxilia a Rubén Castro y Jorge Molina, ambos con un año más y en una categoría superior. En el centro del campo, sigue jugando Xavi Torres. Y menos mal que ha aparecido N'Diaye más afilado. No se aprecia mano de dirección deportiva de nivel, que era lo que se esperaba de Macià.
Tampoco Mel anda fino. El tiempo contestará si es posible sacarle más rendimiento a determinados jugadores. Por ejemplo, alinear a Cejudo no tiene mucho sentido. Se establece, se difunde desde dentro del club, la comparación con otras plantillas como las del Eibar o Sporting. Tal corriente echa en falta más trabajo táctico, que el equipo se comporte de una forma más abigarrada en el campo y no sea el blando de tantas y tantas tardes. En realidad esta temporada de una, pues ante el Villarreal compitió perfectamente. Pero hasta aquel ejercicio de voluntad desprendió carencias. Mientras no lleguen fichajes, y si llegan también, Mel debe corregir fallos y mover el sistema hasta dar con un equipo sólido, si es que es posible.
Mientras la corriente dañina ha vuelto a saltar, Macià apura el plazo de fichajes para completar la plantilla. Por Joaquín habrá que pagar (sin discutir su calidad, menudo fichaje de director deportivo) y se está a la espera de cerrar la cesión de Adrián. Necesarias estas operaciones, sin duda, pero lejos de la idea que se tenía inicialmente prevista, pues se buscaba un delantero de referencia y a Joaquín se le valoraba como la incoporación que, una vez rematado el equipo, vendría a sumar una alta dosis de calidad. Las ideas han cambiado, si es que alguna vez se tuvieron fijas, y ahora se corre atropellado a por ambas contrataciones. Veremos cuánto cuesta la broma. Se llega al parón con mal rollo, porque ya está el Betis donde habitualmente, uno señalando al otro y el equipo por hacer. Todo muy visto, muy conocido. Y muy lamentable.