1-2: Poco pero muy bueno

Los delanteros del Betis y su portero le dan otros tres puntos de oro que dejan la Primera cerca

Paco Cepeda 25/04/2015

Qué poquitas cosas tiene este Betis, pero qué letales. Tiene un club de Primera, que cuando está en Segunda sale obligado a ganar o está en crisis. Tiene una afición a la que debe dar mucha vergüenza decepcionar, de fiel que es. Eso puntúa. Tiene un entrenador competente, peor de lo que él cree, pero mejor de lo que algunos decimos. Tiene un buen portero, sobrado para la categoría. Y tiene dos delanteros, Rubén y Jorge Molina, que en el asilo, con dos bastones, son mejores que todos los demás de la terrible Segunda. Porque lo que se dice el resto, a excepción hecha de las cosas que hace y pueda hacer en el futuro Dani Ceballos (hoy suplente), es muy pero que muy cuestionable. Pero con lo que tiene, le da para consolidar su liderato, le da hasta para ganar partidos en los que juega mal, como es el caso, otro más. Podríamos hablar pestes del nivel de muchos jugadores, pero a mí me llama la atención, al margen de los defensas, la decepción de N'Diayé. No sé cómo pudimos hablar bien de semejante futbolista y cómo llegamos a considerar imprescindible que siguiera para ascender. Vaya cosita. El centro del campo en general es intrascendente, impropio de un equipo como el verdiblanco. No tiene ritmo alguno. No roba, no juega. Sólo es veterano. Sin más.   

Pues bien, el Betis, con la tranquilidad que dan los resultados, se plantó en Vitoria con pocas ideas, sin tener el balón y defendiendo regular. Desde el primer minuto, Adán resolvía mejor que peor el trabajo que le llegaba, que era más del que debe recibir el líder, y se veía que los de siempre, Rubén y Jorge, iban a marcar más temprano que tarde. Y efectivamente, un pase con el exterior de Rubén encontró a Jorge en el área y el tipo más en forma del Betis la puso en la red. El gol que justificaba todo. El gol que tiene este Betis y que deja a todos los rivales con esa sensación amarga de no poder meterle mano a un equipo que no parece tan bueno como muestran los resultados que cosecha, desde que se fuera el tal Velázquez. Y si el plan A y el B es esperar a que los que ya saben ustedes ganen los partidos, cuando el resultado es a favor, pues todo se exagera más. El Betis espera y espera y deja pasar los minutos para que su rival juegue, sobre todo fuera de casa, y él gane. 

Tras el descanso, pues más de lo mismo. Teniendo a Dani Ceballos en el banquillo siempre está la opción de mejorar y, como siempre, ya llegaría lo de Rubén o Jorge. Y una vez más el guión se cumplió. El Alavés trataba, procuraba, lo intentaba... y el Betis marcaba. Vale con poco. Un pase de calidad de Portillo. Un desmarque de nivel de Rubén. Una falta al borde del área. Dámela a mí que me da la risa. Y Rubén la pone donde la debe poner un buen portero pero donde no llega un portero de Segunda. Un 0-2 como una casa a falta de veinte minutos para el final.  Con todo controlado, al menos más controlado que antes, con el Alavés muerto, una falta sacada rápido, sin nadie pícaro el Betis que lo impidiera, el Alavés hizo un gol para darle emoción a lo que parecía sentenciado. Toti, el del Alavés, no el de la Roma, hacía el 1-2. La grada se vino arriba. Y llegaron ocasiones, de ambos equipos, con un partido roto que no benefiaba para nada al que iba ganando, por mucho que Rubén y Molina, acompañados de Ceballos y Vadillo, tenían más peligro que sus rivales. Mel entendió que se debían jugar los últimos minutos con un central más, Héctor Rodas, y un delantero menos, Molina. No había mucho más en el banquillo. No cambió nada. El Alavés seguía crecido. El Betis, sufriendo. Menos mal que entre el poste y Adán mantuvieron el resultado, lo que interesa, de momento. Macià, entre botellas de cava, tiene mucho trabajo. Pero un trabajo en Primera. 

FICHA TÉCNICA:

Alavés (1): Goitia; Medina, Laguardia, Jarosik, Raúl García, Manu, Toribio (Sergio Llamas, m. 62), Juanma (Sangali, m. 74), Toti, Lanzarote (Ion Vélez, m. 74) y Manu Barreiro. 

Real Betis (2): Adán; Molinero, Bruno, Jordi Figueras, Casado; Kadir (Dani Ceballos, m. 57), Xavi Torres, Ndiaye, Portillo (Vadillo, m. 79); Jorge Molina (Héctor Rodas, m. 87) y Rubén Castro. 

Goles: 0-1, m. 14: Jorge Molina. 0-2, m. 72: Rubén Castro. 1-2, m. 82: Toti. Árbitro: Medié Jiménez (Comité Catalán). Amonestó a Molinero, Medina, Manu Barreiro y Ndiaye.