Festín de comisiones en la cesión de Baptistao

Redacción 13/01/2014

Si deciden emplear su tiempo en leer esta información, entenderán por qué en este sitio web entendemos el fútbol como un panal de rica miel al que muchos se acercan para ganar dinero a espuertas. Entenderán por qué casi todo el que llega a este negocio no se quiere despegar ni un centímetro de él. Y a ser posible, aumentar la relación con el mismo.

Radio Sevilla ofreció ayer una información que no tiene desperdicio: el montante de la millonaria cesión de Leo Baptistao al Betis. El coste de la misma es el siguiente: el jugador cobrará 850.000 euros de ficha en los cinco meses que va a defender la camiseta verdiblanca. Además, el Betis le ha pagado al Atlético de Madrid 1.250.000 euros. En total, Baptistao le va a salir al Betis por 2.100.000 euros.

De ese 1.250.000 euros, el Atlético le ha pagado a cuatro comisionistas: al padre del jugador, a la agencia de representación del jugador, a un intermediario que trabaja de manera habitual con el Atlético de Madrid y, ojo al dato, otro porcentaje a la agencia de representación de Juan Carlos Garrido. El montante total de las comisiones asciende a 400.000 euros.

Éste es un modo de proceder habitual en el fútbol. Así funcionan la mayoría de los clubes con sus engolados hombres de fútbol al frente hablando de proyectos, métodos y procesos. El cobro por parte de la agencia de representación de Garrido se supone que se justifica por la petición expresa del jugador por parte del entrenador. De alguna forma ha alimentado la operación o al menos la ha posibilitado, aunque en cualquier caso esto ya lo tendrían que contestar Garrido y sus agentes.

Lo que llama la atención es que un club administrado judicialmente haya sido tan alegre en el mercado invernal, provocando un festín de comisiones en torno a la operación. Y por supuesto, tras conocer los detalles de la cesión del hispano-brasileño, la presencia de Juan Carlos Garrido en el banquillo del Betis tiene todavía menos sentido. Si éste va a ser el modo de proceder en el mercado invernal, efectivamente mejor quietos. Ni un fichaje más y así por lo menos las arcas del Betis no sufrirán.