¿Fid qué?
Me levanto y me voy
Víctor Fernández 02/09/2014 |
Me llevé un susto tremendo. Tras recoger los equipos radiofónicos, bajé del gallinero del Villamarín para buscar la zona mixta. Y allí, en las escaleras que dan acceso a la sala de prensa me encontré con una situación alarmante. Los queridos Isaac Escalera, Fali Pineda y Florencio Ordóñez, tumbados en el suelo, con tremendos sudores, pedían con urgencia oxígeno para recuperarse de la parálisis que le había producido el choque frontal con la rueda de prensa de Julio Velázquez. “¿Pero qué os pasa por Dios?”, corrí a preguntarles. “¿No lo has escuchado? Dale a la grabadora y mira lo que me ha contestado este buen hombre cuando le he preguntado por el cambio de Nono, me dijo Florencio: “Nono ha jugado porque dentro de lo que buscábamos en la fase con balón era tener un poquito más de pausa, era secuenciar más pases en campo rival. Que esa secuencia de pases al verse aumentada en campo rival nos permitiera que las líneas estuvieran más juntas que estuviéramos más compactos y a partir de ahí que diéramos tiempo que los laterales nos dieran las referencias de máxima amplitud en situaciones exteriores y eso a su vez nos permitiera que antes situaciones de pérdida y al estar compactos pudiéramos tener una reacción más inmediata a la pérdida. Por eso he considerado que Nono era el perfil y la tipología de jugador que nos iba a dar esa pausa ese poso y ese fútbol interior del que considerábamos que estábamos adoleciendo”. “¡Si yo sólo quería saber si había pedido más fichajes!”, se lamentaba Escalera. Y escucha: “Tengo un feedback permanente con el Consejo…”. ¿Un qué? “Por favor, callarse un momento que tengo que pasar estas frases al país y necesito concentración”, clamaba Pineda: “En situaciones de tránsito sí les hemos generado peligro. En la segunda parte hemos buscado secuencias más largas de pase…”.
Cuando la situación estaba controlada, me marché a casa pensando: “Una de dos: o nosotros somos unos gilipollas analfabetos o Muñoz Molina se ha metido ahora a entrenador…”.
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